jueves, 7 de abril de 2011

A Modo de Prólogo


Durante los muchos años que hice radio y, más aún, cuando tuve la primera emisora con veinticuatro horas de tango al aire y online del país (FM La Tanguera, 92.7 Mhz, Ciudad de Zárate), logré coleccionar innumerables obras y distintas versiones de música ciudadana de todos los tiempos. Creo ser poseedor de un gran caudal de temas desde los orígenes del tango y hasta la actualidad. Mi amistad con coleccionistas de renombre, y otros no tan conocidos, me han posibilitado tener en mi poder más de lo que podría haber soñado.

No quiero que todo lo que durante tantísimo tiempo he hecho, guardado y coleccionado se pierda y por eso creé este blog en el que volcaré parte de esas y otras obras que a través de mi piano y literatura ocuparán la pestaña que corresponda en el sitio. Con el uso de la narrativa verbal las adaptaré a estos tiempos en que los momentos para la lectura son escasos. Además me encanta contar como se hacía en los viejos programas radiales de las emisoras de AM.
Subtitulé al blog “Músicas e Historias Escritas y Charladas” porque, en realidad, esto es exactamente eso; un montón de músicas e historias que he escrito y charlado en mis momentos de bohemia que, por cierto, han sido muchos y que se daban cuando mi labor como docente me regalaba a regañadientes ese tiempo. Incluso; quiero destacar que hace más de sesenta años que ejecuto el piano, compongo y escribo habiéndome perfeccionado y cultivado a través del tiempo estudiando, evidentemente. Recuerdo haber aprendido a leer música y llevarla al teclado antes de hacer los primeros pasos en la lectoescritura. Es mucho el camino recorrido y es considerable lo que he creado. Hoy, con la jubilación en el bolsillo, lo sigo haciendo y despacio voy volcando mis viejas y nuevas cosas, justamente, en este sitio. Ojala agrade mi trabajo y que se convierta en un lugar de esparcimiento y sugerencias.
Ahora dejo de lado este intento de prólogo para comenzar de inmediato a cargar ese material que, periódicamente, irá nutriendo al blog mientras me dé la vida.
Jorge Rodolfo Altmann